Durante seis años consecutivos, desde 1994 hasta 1999, nuestra coral tomó parte en otros tantos conciertos en el pequeño pueblo alcarreño de Heras de Ayuso, los cuatro primeros bajo la dirección coral de Marcelo y los dos últimos ya con nuestra actual directora, Vicky. Dichos conciertos se celebraban en diciembre o enero coincidiendo con festividades locales organizadas por el Ayuntamiento e incluían, además de nuestro concierto, un concurso de degustación de migas y una visita a las bodegas del pueblo para comprobar el buen sabor de los caldos locales.
Todo ello fue posible gracias al entonces concejal, hermano del autor de estas líneas, José Luis Gómez Recio, vecino del pueblo, buen poeta y escritor, promotor de numerosas actividades culturales en el mismo y, hasta el día 21 de este mes de noviembre, elaborador y colaborador de la revista poética Diversos que recoge desde Guadalajara la actividad poética y cultural de un grupo de entusiastas de la historia y la literatura de la zona.
Nos permitimos hay este recuerdo con motivo del repentino fallecimiento del mencionado José Luis Gómez, con estos dos breves apuntes suyos.
Un poema:
“Cómo no entender a las mujeressi he comprobado que todo lo que veonace en las niñas de mis ojos."
y un aforismo:
“Los Pegasos son los ángeles de la guarda de los caballos niños”
Su hijo me ha pasado los dos últimos poemas suyos que tenía previsto recitar hoy en la tertulia poética:
Permítanseme para terminar unos versos personales de leve despedida:
La muerte va incluida en el paquete
que la vida nos da cuando nacemos.
Llegado ya al final de tu trayecto,
regresas con lo mismo que trajiste
tras dejar el recuerdo que aportaste
y las huellas que tú mismo trazaste.
Larga vida la muerte te depare
tras la corta que aquí te ha permitido.
Séate patria el más allá después
del exilio que aquí nos fue asignado.
Quede aquí, José Luis, abierto el póstumo
abrazo aún pendiente de cerrar.
Por fin la igualdad de día y noche abierta a la victoria de esta última aquí, en nuestro hemisferio.
Así dibujaba Federico García Lorca la llegada del otoño:
Tan, tan.¿Quién es?El Otoño otra vez.¿Qué quiere el Otoño?El frescor de tu sien.No te lo quiero dar.Yo te lo quiero quitar.Tan, tan.¿Quién es?El Otoño otra vez.
Y así Mario Benedetti:
Aprovechemos el otoñoantes de que el invierno nos escombreentremos a codazos en la franja del soly admiremos a los pájaros que emigranAhora que calienta el corazónaunque sea de a ratos y de a pocopensemos y sintamos todavíacon el viejo cariño que nos quedaAprovechemos el otoñoantes de que el futuro se congeley no haya sitio para la bellezaporque el futuro se nos vuelve escarcha.
Puestos a escuchar música acorde con el otoño, quizás nos venga bien centrarnos en la canción “Les feuilles mortes”, compuesta sobre música de Joseph Kosma y letra de Jacques Prévert:
Oh ! je voudrais tant que tu te souviennes Des jours heureux où nous étions amis. En ce temps-là la vie était plus belle, Et le soleil plus brûlant qu’aujourd’hui. Les feuilles mortes se ramassent à la pelle. Tu vois, je n’ai pas oublié… Les feuilles mortes se ramassent à la pelle, Les souvenirs et les regrets aussi Et le vent du nord les emporte Dans la nuit froide de l’oubli. Tu vois, je n’ai pas oublié La chanson que tu me chantais. {Refrain:} C’est une chanson qui nous ressemble. Toi, tu m’aimais et je t’aimais Et nous vivions tous les deux ensemble, Toi qui m’aimais, moi qui t’aimais. Mais la vie sépare ceux qui s’aiment, Tout doucement, sans faire de bruit Et la mer efface sur le sable les pas des amants désunis.
(¡Oh! Me gustaría tanto que te acordaras
De los días felices en que éramos amigos
Por aquel entonces la vida era más bella
Y el sol,más brillante que hoy en día
Las hojas muertas se amontonan a raudales
Ves, no he olvidado...
Las hojas muertas se amontonan a raudales
Los recuerdos y la añoranza también
Y el viento del norte los lleva
A la fría noche del olvido
Ves, no he olvidado
La canción que me cantabas
[Estribillo]
Es una canción como nosotros
Tú, tú me amabas y yo te amaba
Y vivíamos juntos
Tú que me amabas, yo que te amaba
Pero la vida separa a quienes se aman
Tranquilamente, sin hacer ruido
Y el mar borra, sobre la arena,
Los pasos de los amantes separados)
Glosada así al inglés:
The falling leaves Drift by my window The falling leaves Of red and gold I see your lips The summer kisses The sunburned hands I used to hold Since you went away The days grow long And soon I’ll hear Old winter’s song But I miss you most of all My darling When autumn leaves Start to fall Since you went away The days grow long And soon I’ll hear Old winter’s song But I miss you most of all My darling When autumn leaves Start to fall
(Las hojas otoñales
Las hojas que caen, se arrastran por la ventana,
Las hojas otoñales de rojo y oro.
Veo tus labios, los besos de verano,
La mano que yo solía tomar, quemada por el sol.
Desde que te fuiste los días se hacen más largos
Y pronto escucharé la vieja canción de invierno.
Pero te extraño sobre todo, mi amor,
Cuando las hojas de otoño comienzan a caer.
Veo tus labios, los besos de verano,
La mano quemada por el sol que mantenía.
Desde que te fuiste los días se hacen más largos
Y pronto escucharé la vieja canción de invierno.
Pero te extraño sobre todo, mi amor,
Cuando las hojas de otoño comienzan a caer.)
Comenzábamos nuestros ensayos el día once de septiembre del año pasado con estos versos personales, más sinceros que perfectos:
Hubiésemos querido prolongarestos tiempos ociosos sin dudarloy, sin embargo, al fondo del placer,hundía sus raíces la añoranza:la vida sin pasado se nos pierdeporque en ella habitaba la amistad,la música habitual que compartíamos,aquella honda mirada hacia el futuroen donde todo el tiempo era conquistay la satisfacción de haber cumplido,pero también se alzaban nuevos frutosal ritmo de más lúcidos futuros.
Nos remitíamos entonces al tiempo venidero para verificar si nuestras reflexiones eran o no acertadas.
Nueve meses después se nos antoja que ese tiempo nos ha sido, como mínimo, amable y hondamente fructífero en convivencia, amistad y práctica musical. No nos han faltado ni el entusiasmo, ni la constancia ni el esfuerzo.
Comenzábamos entonces retomando los ensayos para Carmina Burana que cantamos el 30 de octubre. recordábamos aniversarios y ausencias memorables: Neruda, Aznavour, Caballé, Miguel Hernández, Machado…; hemos aprendido nuevas canciones que hemos incorporado a nuestro repertorio; hemos disfrutado escuchando fructíferamente corales cercanas; hemos realizado variados conciertos navideños, colaboraciones con otros coros y contribuciones a eventos memorables; hemos agradecido los veintiún años de dirección de Vicky y, sobre todo, hemos ensayado con constancia e interés nuestros dos días semanales a lo largo de todo el curso.
Quizás sea este el momento, cuando nos despedimos temporalmente hasta después del descanso veraniego, de hacernos la misma pregunta que se hacía el poeta escocés Robert Burns en 1788: Should auld acquaintance be forgot, and never brought to mind?, ¿Acaso habríamos de olvidar y dejar de recordar a quienes ya conocemos desde hace tanto tiempo?
Convencidos como estamos de que la huella de quienes nos vienen acompañando a lo largo, ancho y profundo de nuestra vida jamás debería olvidarse, lo reafirmamos con la música que compartimos ya hace años con Músicos para la paz:
Intentaremos que estas páginas sigan acompañándonos durante el verano para prolongar el abrazo virtual que durante los meses pasados ha contribuido a consolidar nuestra pertenencia a nuestra querida Coral Ciudad de los Poetas.
Podemos finalmente dejarnos el buen sabor de boca de esta antigua colaboración nuestra con Músicos solidarios:
Federico García Lorca nacía tal día como hoy en 1898.
No son pocas las veces que nos hemos referido a él en estas páginas. Así lo hicimos, entre otras ocasiones, el 19-8-16, el 21-8-16, el 25-8-16, el 28-8-16, el 7-3-17 y el 20-8-18.
Especialmente queremos hoy mencionar, a modo de conmemoración del evento, su obra “Zorongo”, que incorporaremos el próximo sábado a nuestro repertorio en la celebración de nuestra vigésima octava edición de la “Primavera de la Música”.
Del comentario a dicha obra que escribimos el 23-5-16, copiaremos la cita que entonces comentábamos.
“Vos sabés que ‘copla’, significa ‘cópula’, comunión de versos, ensamble de cantos
Fue la copla un género poético muy antiguo que cayó en desuso por mucho tiempo, pero que fue revalorizado a partir del siglo XVIII y que tuvo un nuevo esplendor en épocas de la guerra civil española de los años 1936-1939
Lorca que fue un gran poeta y escritor español de esa etapa y que murió asesinado en la guerra, le dio prestigio a la copla y algunas de sus canciones, fueron musicalizadas
El «Zorongo Gitano» es una letra que en 1931 se hizo famosa porque fue grabada en Argentina, en una interpretación femenina de la cantante llamada ‘La Argentinita’ y que fue acompañada EN PIANO POR LORCA!
Se trata de una letra de amor, donde la dama expresa que con sus manos de cariño (con su amor) lo está abrigando, poniéndole una ‘capa de afecto’ y protección.
Le reclama al que fuera su novio, por hacerla llorar en medio de un campo desierto, cuando no llega con su caballo y su amor para estar con ella. Le dice que sólo añora sus brazos, su ‘abrazo’, porque las 24 hs del día lo ama y lo espera y que si el día fuese más largo, más tiempo lo querría!
La luna, las flores, todo lo que la rodea, no importan nada al lado de su hombre-gitano.
Vive, espera y llora por él. Por sus brazos, por sus sueños, por su cariño.
Es muy bonito este tema!
Te dejo una grabación de la música de Lorca y la Argentinita:
Zorongo gitano (con tu letra):
Suerte y saludos!»
Baste esta breve referencia para reiterar nuestra admiración y reconocimiento a tan gran poema como relevante músico.
Mientras seguimos preparando nuestras próximas actuaciones, no puede uno evitar la reflexión sobre tantos acontecimientos como han ido completando nuestra experiencia coral. De entre ellos resaltan sin duda todas esas participaciones en ambientes privilegiados que nos han permitido enriquecernos con el contacto de orquestas, directores, corales y auditorios tan muy por encima de nuestras habituales actuaciones como memorables para la humilde historia en la que normalmente nos desenvolvemos. Al lado de conciertos organizados por la ORCAM, por Voces para la Paz, por la Obra Social la Caixa y otras instituciones nos hemos enriquecido musicalmente y hemos acumulado experiencias útiles para nuestra afición.
Tales reflexiones vienen suscitadas en esta ocasión tras la audición completa del oratorio El Mesías, de Händel, en la versión de Fabio Biondi y su orquesta, con instrumentos de la época, Europa Galante y el coro Accento en la que participaron en el Auditorio Nacional de Madrid algunos miembros de nuestra coral a título individual junto a más de cuatrocientos componentes de otras corales de aficionados.
Dicha versión, grabada en directo y cuya dirección nos ha proporcionado Sole, puede verse en
No es fácil disponer, como el autor de estas líneas, de las casi tres horas aisladas necesarias para el disfrute de este concierto. Pero a quienes puedan hacerlo quiero dejarles aquí un impulso cálido para ello.
Seguro que, sobre todo a quienes han seguido tomando parte en sucesivas interpretaciones de El Mesías, les traerá bellos y fructíferos recuerdos.
En normal en todos los coros de aficionados un repertorio con una cierta presencia de habaneras.
En nuestra coral no son pocas las que hemos cantado, muchas veces sin apercibirnos de la riqueza musical e histórica que implican. Para ello resulta instructivo leer el artículo correspondiente de Wikipedia . En él aprenderemos, no solo la fecha del nacimiento de la primera habanera, anónima, El amor en el baile, de 1842, y la conocidísima de Iradier La Paloma (Cuando salí de la Habana ¡válgame Dios!) también en nuestro repertorio, sino, adicionalmente, el fondo cultural de dicha música enraizada desde la chacona, la contradanza o la zarabanda, del siglo XVIII, hasta con el tango Congo, bantú. No nos resistimos a copiar aquí la cita de Luis Racionero que hace dicha enciclopedia sobre este tema:
“Hace ya mucho tiempo, una hermosa criolla, cuyo rostro parecía tener la blancura marfilina de la azucena, sus ojos todo el resplandor del sol tropical, su mirada toda la dulzura armoniosa que produce el balanceo soñoliento de los verdes plumeros que coronan las altas palmeras, su talle la flexibilidad de los maizales ondulantes e inquietos al menor soplo de la brisa caliginosa enviada por el mar plateado y fosforescente, sus curvas todo el encanto de la línea graciosa y soberana; una hermosa criolla de hablar cadencioso y arrullador, de languideces seductoras, de corazón tierno y pasiones violentas, depositó el espléndido tesoro de su belleza en la hamaca indolente, y ante el tenue vaivén que le originaba el aire de su abanico, cerró los ojos, como si quisiera realizar un eclipse de sol, y lanzando una cascada de suspiros, quedó dormida profundamente. Aquellos suspiros fueron la primera habanera”
Por otros motivos es también este género musical querido en nuestra coral, que desde sus orígenes se preció de la pertenencia del veterano Paco Pastor, compositor también de la habanera Y fue en el mar, que hemos cantado no pocas veces. Es este desaparecido y recordado miembro antiguo de nuestra coral justamente el enlace al tema que hoy nos ocupa: Paloma mensajera, del crevillentino, como él, J. Ruiz Gasch.
En esta pieza, de agradabilísima melodía, nos presenta con preciso acompañamiento de voces, la canción:
Paloma mensajera, ve y dile al amor mío que aquí me tiene, en el alma sintiendo grande dolor, recordando lo mucho, ¡Ay! que la quise yo. Y si ella no me quiere ni piensa en mí, jamás podré olvidarla, díselo así. Paloma mensajera, cruza veloz, dile que no me olvide, dile que no me olvide, dile que no me olvide, ¡Ay! Adiós, adiós.
No deja de ser una ficción ese reparto del tiempo que establecemos, quizás con la pretensión de hacer más llevadero lo tedioso dividiendo lo extenso. Así lo consignábamos en nuestras reflexiones tempranas:
Que hoy sea el fin del año que terminano cambia nada el curso de los díasque nunca dejan de pasar sin pausa.Dividimos el tiempopara hacer digestible lo indigestoo poner ilusión sobre el cansancio.Continuamente me proponemi viejo ordenador cambiar el fondosobre el que se dibujan mis programas, ese espacio de ignoto recorridocon que pretendo conquistar espacios.Me he propuesta este nuevo añoponer de fondo el canto y viejas músicasque me hagan familiar y confortableun tiempo inclemente y sin regreso.
Sin embargo, fieles a nuestra afición musical y a nuestros recuerdos de autores bien conocidos, recurrimos, como especialmente adecuado a nuestros mejores propósitos, a la canción que da fin al cancionero de Juan del Encina (1496)
Ninguno cierre las puertassi Amor viniere a llamar,que no le ha de aprovechar.Al Amor obedezcamoscon muy presta voluntad;pues es de necessidad,de fuerça virtud hagamos.Al Amor no resistamos,nadie cierre a su llamarque no le ha de aprovechar.Amor amansa al más fuertey al más flaco fortalece;al que menos le obedecemás le aquexa con su muerte.A su buena o mala suerteninguno deve apuntarque no le ha de aprovechar.Amor muda los estados,las vidas y condiciones;conforma los coraçonesde los bien enamorados.Resistir a sus cuidadosnadie deve procurarque no le ha de aprovechar.Aquél fuerte del Amorque se pinta niño y ciegohaze al pastor palaciegoy al palaciego pastor.Contra su pena y dolorninguno deve lidiarque no le ha de aprovechar.El qu'es Amor verdaderodespierta al enamorado,haze al medroso esforçadoy muy polido al grossero.Quien es de Amor presionerono salga de su mandarque no le ha de aprovechar.El Amor con su podertiene tal juridiciónque cativa el coraçónsin poderse defender.Nadie se deve ascondersi Amor viniere a llamar,que no le ha de aprovechar.
No cabe duda de que la invocación que hace al Amor, con mayúscula, Juan del Encina desde hace ya más de 500 años sigue siendo la mejor fórmula para mejorar el mundo.
Es muy probable que uno contraiga deudas impagadas -acaso impagables- con el silencio y la soledad buscadas y encontradas en la profundidad solitaria y silenciosa de la aurora. La verdad es que es ese binomio silencio-soledad el que permite seleccionar los más intensos sonidos-compañías que le inspiran.
Tal ha sido el caso de hoy en que se nos han juntado tres impactos emocionales: el primero, este encuentro en la vastedad del espacio virtual de Internet. De él tomamos:
“…Alfonsina Storni se vestía de mar tras haber vivido en la desnudez de la pobreza, la tristeza lejana de un padre alcoholizado por la derrota, desvistiendo su alma a cada desengaño. Muchacha que sobrevive lo mismo trabajando en una empresa de gorras o de lavaplatos como de corista en la farándula sin que se sepa por el qué dirán, y vaya si dirán cuando se queda embarazada a los 20 años de un hombre casado que la deja tirada. Y lucha contra la discriminación y el desprecio que sufren las mujeres verso a verso…estuve en tu jaula, hombre pequeñito, hombre pequeñito que jaula me das. Digo pequeñito porque no me entiendes, ni me entenderás… La mujer que crece libro a libro hasta que un golpe de mar le desvela al monstruo en su pecho, que la va carcomiendo poco a poco mientras inútiles operaciones la cosen a cicatrices por dentro y la soledad en oleaje que la arrastra hacia el mar
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.Ponme una lámpara a la cabecera;una constelación; la que te guste;todas son buenas; bájala un poquito.Déjame sola: oyes romper los brotes…te acuna un pie celeste desde arribay un pájaro te traza unos compasespara que olvides… Gracias. Ah, un encargo:si él llama nuevamente por teléfonole dices que no insista, que he salido…al mar de otoño que esta tarde nos busca
en cada una de sus caricias, déjense acariciar…Se me va de los dedos la caricia sin causa, se me va de los dedos... En el viento, al pasar, la caricia que vaga sin destino ni objeto, la caricia perdida ¿quién la recogerá? Si en los ojos te besan esta noche, viajero, si estremece las ramas un dulce suspirar, si te oprime los dedos una mano pequeña que te toma y te deja, que te logra y se va. Si no ves esa mano, ni esa boca que besa, si es el aire quien teje la ilusión de besar, oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos, en el viento fundida, ¿me reconocerás?
El segundo, nos influyó también nuestra propia reflexión escrita por aquí el 15 de junio de este año:
“Se trata esta vez de una debilidad personal por un tema al que ya hemos aludido un par de veces en estas mismas páginas acerca de una partitura memorable, sentida, recordada y -al menos personalmente – deseable como parte de nuestro repertorio: Alfonsina y el mar, disponible en variadas versiones corales, de Hugo de la Vega, de Josep G.Fustems o de Nancho Álvarez.
Según leemos en Wikipedia:
La canción es un homenaje a la poeta de la misma nacionalidad Alfonsina Storni, que se suicidó en 1938 en Mar del Plata, saltando al agua desde una escollera, aunque, según la canción, se internó lentamente en el mar. Esta conexión ha originado un rumor muy extendido pero erróneo, según el cual la letra de la canción fue originalmente la carta de suicidio de la poetisa, musicalizada más tarde por los autores de la zamba.
Aunque Ariel Ramírez no conoció directamente a la poetisa, ésta fue alumna del padre de Ariel, Zenón Ramírez, que trasmitió a su hijo el drama de Storni. Impresionado por estos recuerdos y por las poesías de Storni, que le trajo Luna, Ramírez compuso la música y Luna aportó después la letra.
La letra, de Félix Luna, es especialmente evocadora:
Por la blanda arena que lame el marsu pequeña huella no vuelve más.Un sendero solo de pena y silencio llegóhasta el agua profunda.Un sendero solo de penas mudas llegóhasta la espumaSabe Dios qué angustia te acompañó,qué dolores viejos calló tu vozpara recostarte arrullada en el cantode las caracolas marinas,la canción que canta en el fondo oscuro del marla caracolaTe vas Alfonsina con tu soledad
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?Una voz antigua de viento y de salte requiebra el alma y la está llevandoY te vas hacia allá como en sueñosdormida, Alfonsina, vestida de mar.Cinco sirenitas te llevaránpor caminos de algas y de coraly fosforescentes caballos marinos haránuna ronda a tu ladoy los habitantes del agua van a jugarpronto a tu lado.Bájame la lámpara un poco másdéjame que duerma nodriza, en pazy si llama élno le digas nunca que estoydi que me he ido.Te vas Alfonsina con tu soledad¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?una voz antigua de viento y de salte requiebra el almay la está llevando y te vas hacia allácomo en sueños dormida,Alfonsina vestida de mar.
No es posible dejar de recordar ese momento de profunda depresión de la poeta argentina Alfonsina Storni enfrentada a un cáncer irrecuperable y a un insufrible sentimiento de soledad. Cómo es posible que llegara a ello quien había escrito:
Tan dulces dos palabras¿Qué digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!Tan dulces y tan mansasQue aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.Tan dulces y tan bellasQue nerviosos, mis dedos,Se mueven hacia el cielo imitando tijeras.Oh, mis dedos quisieranCortar estrellas.
Vamos hacia los árboles... el sueñoSe hará en nosotros por virtud celeste.Vamos hacia los árboles; la nocheNos será blanda, la tristeza leve.Vamos hacia los árboles, el almaAdormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;No despiertes los pájaros que duermen.Siento un vago rumor... Toda la tierraEstá cantando dulcemente... LejosLos bosques se han cargado de corolas,Desbordan los arroyos de sus caucesY las aguas se filtran en la tierraAsí como mis ojos en los ojosQue estoy soñando embelesada...
Es que anoche tus manos, en mis manos de fuego,dieron tantas dulzuras a mi sangre, que luego,llenóseme la boca de mieles perfumadas.Tan frescas que en la limpia madrugada de Estíomucho temo volverme corriendo al caseríoprendidas en mis labios mariposas doradas.
Las palabras se secan como ríosy los besos se secan como rosas,pero por cada muerte siete vidasbuscan los labios demandando aurora.
Quizás nunca dejaron de latir en su fondo estos versos:
Ya te hundes, sol; mis aguas se colorande llamaradas por morir; ya caemi corazón desenhebrado, y trae,la noche, filos que en el viento lloran.
Cuando, al cabo de ochenta años del suicidio de Alfonsina y de cincuenta de la partitura, volvemos sobre esta obra no podemos resistirnos al impulso de dejar constancia una vez más de todos los sentimientos y recuerdos que nos provoca.”
Y, en tercer y último lugar, especialmente conmovedor nos resultó la evocación de aquel inolvidable homenaje (dos horas y cuarto de duración) “Todos con Miguelón”:
De él hemos seleccionado, como parte más emocionante con respecto al tema que nos ocupa, esta preciosa y sentida interpretación de Vicky:
Cumplía ayer noventa años Ennio Morricone, un compositor que aún con ochenta y siete años era capaz de componer la banda sonora de The hatefull eight (Los odiosos ocho), por la cual en 2015 obtenía como mejor banda sonora los premios Óscar, Globos de Oro , BAFTA, Asociación de críticos de Chicago y Críticos de Los Ángeles.
No estará de más recordar aquí por este motivo las dos piezas de nuestro repertorio, tomadas de la banda sonora de la película La Misión, que debemos a este magnífico compositor:
Gabriel’s oboe (la recordamos en la versión instrumental de Músicos para la Paz):
Y en su interpretación coral unida a la de “Vita nostra” del Coro Academia Ars Canendi:
Podemos acabar disfrutando de esta versión de Ars Cantus” de Por un puñado de dólares
de esta de “Voces para la Paz”, de Los siete Magníficos dirigidos por el recordado Miguel Roa:
y de la del “Coro Novo da Orquesta Sinfonica de Galiza” de Cinema Paradiso
Nuestras felicitaciones a tan grande y longevo artista
Suelen llegar a este humilde elaborador de entradas en esta página, casi exclusivamente dedicada a actividades de nuestra coral, comunicaciones variadas -lamentablemente muchas relativas a publicidad no solicitada- que a menudo obviamos. Sin embargo, nos sentimos deudores de todo lo que se nos comunica referente a nuestra cercana y entrañable “Voces para la Paz”, encomiable proyecto solidario con grupos necesitados de ayuda en proyectos concretos.
La última recibida es la que reproducimos a continuación recomendando la visita a la página completa en donde se pueden disfrutar audiciones emocionantes y espectaculares en las cuales algunas veces hemos tomado parte.
Preludio y Coro de EL BARBERILLO DE LAVAPIÉS
«Lego en un convento, estudiante de medicina, aprendiz de ingeniero, alumno del conservatorio, corista, partiquino, director de orquesta, apuntador, contrabandista durante una hora, buhonero en cierta ocasión, director de un liceo, secretario de otro, músico militar, miliciano nacional, empresario, periodista, bibliófilo, compositor y constante adorador del bello sexo». Todo esto, emulando a Lamparilla, el personaje de su zarzuela «El barberillo de Lavapiés», fue Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894), uno de los más grandes compositores de la historia de la música española.
Lo que no es tan sabido es que, también, fue bombero, al menos circunstancialmente. El 20 de abril de 1867 se declaró un incendio en el Teatro Real de Madrid. El diario Los Sucesos, publicaba: “El sábado se redujo a cenizas la parte del Conservatorio de Música y Declamación, que se encontraba en el mismo edificio del Teatro Real. El Sr. Barbieri y los profesores de su orquesta, que estaban en el Salón Grande esperando a que terminara el ensayo, se apercibieron del humo que salía por el escenario, levantaron el telón y vieron que las llamas habían tomado tal cuerpo que no les quedaba otra solución que salir cuanto antes. Se quedaron solo el Sr. Barbieri con unos pocos que lograron salvar gran parte de los instrumentos y papeles de los profesores de la orquesta. El señor Barbieri tuvo una fuerte contusión en un dedo, y el profesor Álvarez, que logró con heroicos esfuerzos salvar de las llamas tres violonchelos con sus cajas, se quemó las manos.
Bajo la dirección de Juan Antonio Jiménez Montesinos «Voces para la Paz» (Músicos Solidarios) interpretó el Preludio y Coro de la zarzuela El Barberillo de Lavapiés el 3 de junio de 2018 en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. La finalidad del concierto fue la construcción de pozos de agua para más de 5.000 personas en Ghana.
«Voces para la Paz» (Músicos Solidarios) es una asociación de ayuda humanitaria compuesta por músicos, y personas vinculadas al mundo de la música, que tienen como objetivo el de realizar proyectos de ayuda humanitaria que ayuden y protejan a los más necesitados.
Juan Carlos Arnanz. Coordinador de «Voces para la Paz» (Músicos solidarios)