Confinar significa, según nuestro diccionario oficial, tanto desterrar a alguien, señalándole una residencia obligatoria, como recluirle dentro de límites. Claro que, según una tercera acepción que toma el verbo como intransitivo, es también lindar o estar contiguo con algo.
El autor de estas líneas, situado dentro del actual confinamiento que la salud colectiva impone, se ve muy poco forzado, desterrado o recluido gracias a la vastedad inmensa de los límites que quedan enmarcados por la música y el silencio a los que siempre fue naturalmente adicto.
Son innumerables las referencias que se me agolpan en estas horas tempranas donde me siento a gusto. De ellas, y limitándome nada más a estas páginas que escribo (que ya superan ampliamente las seiscientas), querría resaltar dos: una sobre el silencio que revivo sin más que escribir la palabra “silencio” en la casilla de búsqueda en la parte superior de nuestra página
https://corociudaddelospoetas.wordpress.com//?s=silencio&search=Ir
y releer las entradas de 17/8/15, 17/8/16, 11/9/16 , 20/10/19, 4/11/19, 15/11/19, 21/12/19, 22/12/19, 23/12/19, y 1/1/20
La otra tiene que ver con la emoción que me suscita la noticia de que, en medio de las músicas que intentan compartir al anochecer cuantos se asoman a terrazas y balcones para corear melodías conocidas, se encontraba la versión de Mikel Laboa del insuperable poema de Joxean Artze, Txoria txori.
De él habíamos dejado por aquí referencias en 7/8/14, 17/9/15 y 15/1/18.
Nada más. Confinados para preservar nuestra propia salud y la de los demás, nunca estaremos solos si nos acompaña la música y el silencio en que se escribe.
Por ejemplo, así
Hemos generalizado la palabra «vale» para significar «de acuerdo», pero el original latino significa «ten salud» y era la despedida habitual junto la más larga:
Si vales bene est, ego valeo. (Si tu salud es buena, me alegro. La mía es buena)
Así pues: valete. Salud